¿Quién era Bruno Munari?

Como ya vereis cuando nuestro apartado de libros esté abierto, dentro de la editorial Corraini uno de los escritores que más nos gustan es Bruno Munari, otro concepto de libros para niños.

Aprovechando el blog y para que lo conozcais un poco más os dejamos una información facilitada por Libri e Altro ( muchas gracias Roberto) .

¿Quién era Bruno Munari?
Bruno Munari (1907-1998) fue un artista ecléctico que experimentó todas las disciplinas artísticas (pintura, escultura, diseño, gráfica, didáctica, poesía, escritura, fotografía, cine, espectáculo) y que encontró en los libros, en la edición en forma de libro, la manera de sintetizar sus ideas, de aclarar su pensamiento, de explicarse bien. A través de los libros pudo plasmar sus conceptos de fruición, utilizabilidad, manipulación y hasta reproducibilidad de sus obras. Los libros fueron: sus "diarios personales" donde anotar sus experiencias y registrar los acontecimientos.
Munari es uno de los mayores representantes del grupo futurista milanés en el que participa como pintor ya desde 1926, con 19 años. En los años Treinta experimenta técnicas fotográficas e investigaciones en la escultura con sus "máquinas inútiles".
En 1934 es firmatario del Manifiesto técnico de la aeroplástica futurista en el que se teoriza "la necesidad de expresarse con una manifestación que vaya más allá de la pintura y la escultura, que contenga, en síntesis, cine, ritmo, materia y espacio”. Desde 1929 se dedica a la gráfica y a la publicidad y abre un estudio con Ricas (Riccardo Castagnedi). Siempre desde 1929 empieza su trabajo con el objeto libro con las ilustraciones y la cubierta de un libro para niños (Aquilotto implume). Su segundo libro (L'anguria lirica, 1934) es ya una revolución tipográfica: se imprime sobre latón con el procedimiento litográfico usado para las cajas de galletas.
Durante los años treinta y cuarenta trabaja como ilustrador gráfico para decenas de revistas.
En 1945 proyecta y en parte publica con Mondadori una serie de diez libros (Libri Munari) destinados a poner en discusión la idea misma del libro para niños. La desconfianza para la palabra, que Munari manifiesta, está en el centro de la concepción de estas obras. La primacía de la imagen y de sus autónomas capacidades comunicativas se expresa con una serie de invenciones gráficas: en el interior de las pocas páginas se abren unas sorprendentes ventanas: las puertas de los armarios se abren enseñando los vestidos, los relojes mueven las agujas y las maletas pueden contener gatos, leones o jirafas.
Estos libros superan el tradicional rol de narradores de historias para convertirse en objetos-juegos, contenedores de sorpresas. La atención al juego por parte de Munari se superpone al interés por la didáctica, por la educación de la que el juego es parte fundamental.
Se desdibuja un cruce de intereses fundamental que siempre será presente en la obra de Munari: libro, juego y educación.
En 1948 está entre los fundadores del Movimiento Arte Concreto (MAC) junto con Gillo Dorfles, Atanasio Soldati, Gianni Monnet. El MAC quiere superar las pruebas ya la solamente académicas del abstractismo italiano. En el programa se puede leer: “arte de objetos que serán entonces: plásticos, coloreados, sonoros, olorosos, etc. tendrán peso y materia diferentes, pueden ser inestables y en movimiento. De aquí que los objetos totales serán para ver, tocar, oler, escuchar.."
Justo en el ámbito del MAC empieza el recorrido de reinvención del objeto libro.
Sus primeros libros ilegibles vienen expuestos en 1950. Son primeros experimentos en ejemplar único, todavía objetos artísticos y no productos editoriales, obras que renuncian a la comunicación textual en favor de la sola función estética. Hojas de diferentes materiales y colores, blandas o duras, opacas o transparentes, hojas cortadas, dobladas, con agujeros, con formas geométricas o líneas.
El objetivo de estos experimentos es de usar el material del libro como lenguaje visual, después que haya sido ya explorado en todas sus posibilidades de comunicación literaria, filosófica, social etc. Las formas abstractas de la obra son por primera vez no solamente visibles sino también utilizables y manejables por el lector usuario. El acto mismo de hojear recorre la exigencia de accesibilidad a todas las culturas y experiencias y la búsqueda de la plena inclusión del público en el trabajo artístico.
Nella Notte Buia (1956) es la feliz síntesis de sus precedentes experiencias: los Libros Ilegibles y los Libros Munari.
En esta obra se unen el placer táctil y visual de los "ilegibles" con el cuento por imágenes.
A los materiales, al papel, a los colores antes que a su forma, se confía la función narrativa. El papel negro no necesita más que de sí mismo para expresar la idea de la noche. Cuando vuelve el día, la visibilidad, desde el punto de vista de un saltamontes o un caracol, se reduce a opacos resplandores matutinos, la vivacidad de la vida animal y vegetal se manifiesta imprimida sobre un papel, que no simula la transparencia, sino que es transparente.
Cuando el escenario se mueve cerca de una cueva, las páginas grises se cavan, materialmente, en amplias vorágines que traspasan las hojas.

Piú e Meno (1970)
Es un juego visual compuesto por 72 fichas con diferentes imágenes. Muchas de éstas están sobre fondos transparentes, así que se puedan superponer para componer otras imágenes estimulando las capacidades creativas del niño. Superponiendo algunas imágenes de árboles se compone un bosque, al que se le puede superponer el diseño de la lluvia o del sol o de la luna, o el vuelo de unos pájaros o de un perro que pasea .. etc. y se modifica a placer la imagen total.

En 1968 Munari con la publicación de Nella nebbia di Milano, en el que creaba imágenes y sugestiones declinando el “ver a través” según su personal creatividad: la vivacidad de los colores del circo eran precedidos y seguidos por la opacidad de la niebla, un ambiente indistinto en le que las figuras se intuyen desenfocadas en transparencia pero que se vuelven claras continuando a hojear las páginas. Dos años después Munari vuelve a confrontarse con el tema de la transparencia y del “ver a través” proyectando con Giovanni Belgrano Più e meno.
Più e meno no es un libro sino un juego, compuesto por muchas imágenes sobre fondos transparentes superponibles y componibles a placer, añadiendo o quitando las fichas. Fichas cuadradas en las que el color está en equilibrio con el signo y que juntas cuentan historias. Historias creadas por la imaginación de quien toma la palabra, que tiene a disposición infinitas sugerencias para crear cuentos siempre diferentes.
Più e meno se ha vuelto a publicar en 2007, centenario del nacimiento de Bruno Munari.

I Prelibri (1980) responden a la exigencia de educar a la lectura y a generar la gana de leer familiarizándose con el objeto libro. “Son más de lo que puedan creer las personas que nunca han leído un libro” Por ejemplo todos los niños en edad preescolar: “los niños conocen el ambiente que los rodea a través de todos los receptores sensoriales y no solamente a través de la vista y el oído, sino también percibiendo sensaciones táctiles, térmicas, matericas, sonoras, olfativas…” Son doce obras reunidas en una única caja. Los materiales, las encuadernaciones y los colores son diferentes para cada obra. El formato es suficientemente pequeño para que sea manejable por pequeñas manos. Único es el título: Libro. El sujeto de estos cuentos es su misma existencia, tautológica demostración de la inutilidad de la narración. La invención del cuento se confía por entero al niño que, a partir del libro podrá construir juegos, historias e inventos con todas sus capacidades de imaginación y socialización.
“Estos mensajes no tendrían que ser unas historias literarias finitas como las fábulas, porque condicionan mucho al niño de manera repetitiva y no creativa. Todos saben que los niños aman que les repitan la misma historia muchas veces y el niño la fija bien en la memoria, hasta que cuando sea adulto, decorará su casa de campo con los siete enanitos y Blancanieves de cemento. Así se destruye en el niño la capacidad de tener un pensamiento elástico, capaz de modificarse según la experiencia y el conocimiento. Es necesario, hasta que se está a tiempo, acostumbrar al individuo a pensar, a imaginar, a fantasear, a ser creativo.”

Con los libros Tanta Gente y La favola delle Favole desaparece definitivamente la pasividad en el uso del libro: se entregan al lector los materiales y las instrucciones de base y tocará al lector componer las tablas, escribir en las hojas, dibujar las historias. Las pinzas que constituyen el último baluarte de encuadernación, permitirán remover las páginas y su diferente y sucesivo ensamblaje. Cada libro se vuelve una copia única, cada lector se vuelve autor.

Tanta Gente (1983) (Premio gráfico “Fiera di Bologna per l’infanzia 1984” y “Premio Spiel Gut” de Ulm 1987) es un borrador de libro (una maqueta de libro) con situaciones e imágenes. Munari invita al lector a completarlas describiendo lo que en la maqueta está empezado: continuar y enriquecer el texto, completar las ilustraciones con otras imágenes, describiendo situaciones, lugares y hechos. También es posible cambiar el orden de las hojas.
La invitación final es hacer un libro propio utilizando las hojas blancas, de colores,transparentes sin ningún dibujo ya hecho, que se añaden al terminar la maqueta. La Favola delle Favole (La fábula de las fábulas) (1994) no es un libro sino un muestrario de materiales de papel (y no solamente) un conjunto de potencialidades creativas dejadas a la libre manipulación. La introducción ayuda a reconocer los elementos básicos de todo cuento o fábula (personas, lugares, hechos, tiempo) e invita a imaginar situaciones divertidas o extrañas, para contarlas e ilustrarlas a placer.